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Las pérgolas bioclimáticas son una de las últimas tendencias en cuanto a sistemas de protección solar que se pueden encontrar hoy en día en el mercado. Cuentan con una gran efectividad, se integran a la perfección en cualquier espacio y aportan un gran número de ventajas, como las que vamos a ver en este artículo.
Una de las principales ventajas que tiene contar con una pérgola bioclimática es que tienen una gran resistencia y están compuestas de lamas que pueden abrirse, dejarse inclinadas o incluso sellarse en caso de que llueva. Asimismo, en este caso, cuentan con un sistema de evacuación de agua que evita la acumulación. Las lamas pueden ser orientadas en la dirección del viento y la ubicación del sol para un máximo confort.
Son muy versátiles que permiten muchas opciones, como por ejemplo cubrir sus laterales, protegiendo la zona del viento y permitiendo disfrutar del exterior incluso en los días en los que el viento es más fuerte. No solo protegen contra este elemento, sino que también protegen del sol y de la radiación solar, protegiendo a las personas que se encuentren al amparo de esta pérgolas.
En caso de que llueva, las lamas se pueden cerrar y quedan completamente selladas e impermeables, aislando por completo la zona protegida de la lluvia o del rocío. Además, si los laterales están protegidos, la zona siempre estará protegida de las inclemencias del tiempo, permitiendo una máxima comodidad en todo momento.
Estas lamas presentan un nivel de sellado óptimo, por lo que nunca se producirán goteos o fugas de agua. Además, muchas de estas pérgolas cuentan con un sistema que permite recoger el agua, la cual puede ser utilizada para regar las plantas, por ejemplo, dejando patente la gran versatilidad que tienen esta clase de pérgolas.