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Cuando se tiene un toldo, se tiene una responsabilidad. Aunque los toldos de calidad, como los de Toldos Guardamar, están fabricados para durar mucho tiempo y soportar muchas condiciones, debemos cuidar nuestro toldo para que tenga una vida operativa más larga y podamos aprovecharnos de sus ventajas durante el mayor tiempo posible.
¿Sabías que la suciedad, además de afear su aspecto, puede influir negativamente en su funcionamiento? Si no queremos que esto suceda, debemos limpiarlo de manera periódica siempre que nos sea posible. No quiere decir que lo tengamos que limpiar todos los días, pero sí es aconsejable hacerlo una vez al mes durante el período en lo estemos usando y al principio y final de la temporada cuando lo tenemos en nuestra casa de verano.
El agua tibia con jabón neutro, sería lo que Toldos Guardamar recomienda para retirar las manchas que pueda tener. Nunca debemos usar productos químicos o abrasivos porque se podría dañar la tela del toldo, al dañar la capa “safe & clean” que posee y que la dota de más resistencia a la suciedad.
Tras la limpieza, no hay que recogerlo hasta que esté seco. De lo contrario, estaremos favoreciendo que pueda aparecer moho. Lo mismo sucede cuando va a llover. Lo más aconsejable es recogerlo antes de que comience o cuando la temporada del año sea menos favorable al buen tiempo.
Si hablamos de cuidado y mantenimiento, también de forma periódica debemos comprobar su funcionamiento. Debemos controlar que los brazos estén bien nivelados y engrasados en todo momento, que la lona no esté deformada, que no haga ruidos extraños, o cualquier otro aspecto que no vaya acorde con el buen funcionamiento del toldo. De esta forma conseguiremos una mayor duración en la vida útil de nuestro toldo.
No olvide de que en Toldos Guardamar contamos con profesionales con cuarenta años de experiencia que le ayudarán siempre que lo necesite.
Visítenos ahora y conózcanos de cerca, así podrá ver con sus propios ojos con cuando mimo fabricamos los toldos que harán de su hogar el lugar que siempre había soñado.
“Nuestra filosofía es nuestra identidad” – Agustín Salvat