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Muchas veces nos vemos leyendo noticias sobre la diversidad, sobre incluir a todos y sólo asentimos y continuamos con nuestra vida, es lo normal. Estamos de acuerdo con un cambio, pero no aplicamos este cambio a nuestra vida y a nuestra conducta. Comprendemos que es difícil, porque no sabemos por dónde empezar. Pues en Toldos Guardamar sí lo sabemos y lo aplicamos cada día. Lo primero es preguntarte: ¿cómo puedo ayudar? (es tan sencillo) Y luego tener la voluntad para llevar a cabo las ideas que tengas.
En Toldos Guardamar atendemos a todos por igual, sin diferenciación de sexo, religión o raza. Cada persona que se acerca a nuestras instalaciones, siendo o no cliente, es atendido con el mismo mimo, venga o no a comprar un toldo. Intentamos ayudar a las personas en sus problemas cotidianos, con sus necesidades diarias, pues creemos que para ser mejor basta con ayudar a las personas en su día a día. Estamos convencidos que estos pequeños gestos hacen felices a quienes nos rodean y, por tanto su vida se convierte en ese instante en una vida mejor, porque cuenta con un nuevo amigo que siempre estará dispuesto a escucharle y apoyarle, cuenta con una familia.
Es sencillo; un poco de comprensión y ayuda, y todos nos sentiremos más felices.
De la misma manera nos comportamos entre los compañeros que conformamos la familia de Toldos Guardamar, siempre nos apoyamos y escuchamos. Damos la oportunidad de acceso a nuestras plazas vacantes a cualquier persona que se encuentre capacitada para realizar la labor que necesitamos. Así, Toldos Guardamar está hoy compuesto en un 30% por mujeres (igual porcentaje al que ocupan en directiva) y en un 60% por jóvenes, de diversas latitudes y con diferentes niveles educacionales, a los cuales preparamos día a día para ofrecerle a nuestros clientes un producto y servicio de excelencia.