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Uno de los efectos que trae consigo la contaminación ambiental es el smog, una palabra que, desafortunadamente, cada vez es más habitual. La palabra procede del inglés y es una mezcla de smoke y fog (humo y niebla). En definitiva, es una nube producida por la contaminación ambiental.
Es el resultado de las grandes cantidades de contaminación atmosférica. Sobre todo, en cuanto al humo de la quema de carbón y también de las emisiones de gases de las industrias, fábricas y también de los coches.
Uno de los principales causantes de este problema es la actividad industrial, especialmente las grandes fábricas, que trabajan todos los días del año y no dejan de emitir contaminación a la atmósfera. La emisión de gases contaminantes de muchas de ellas afecta tanto al aire como al agua y al suelo.
Los vehículos de combustión son otros de los causantes del smog, aunque en un futuro próximo, ya serán parte de la historia porque poco a poco el parque de vehículos se está convirtiendo en eléctrico o funcionan a través de gas licuado o cualquier otro combustible respetuoso con el medio ambiente.
Los residuos y su mala gestión también son otra de las causas del smog, exactamente la tercera causa más importante, lo que lleva a consecuencias bastantes peligrosas.
Hay un gran número de consecuencias que deben ser muy tenidas en cuenta, como, por ejemplo:
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