Para gestionar los residuos que generamos diariamente de manera responsable y respetuosa con el medio ambiente, uno de los mejores recursos es el reciclaje y la reutilización de productos. Sin embargo, cuando los productos no son reciclables por algún motivo ¿qué se puede como alternativa para no tener que recurrir a los vertederos?
Existe una alternativa: LA VALORIZACIÓN ENERGÉTICA
Este proceso consiste en aprovechar el potencial de los materiales utilizándolos como combustible para generar energía en centros similares a las plantas térmicas mediante procesos de combustión controlada o incineración. Gracias a este proceso, se recupera la energía existente en los objetos y se evita su degradación en el vertedero.
Con la tecnología adecuada, estos sistemas resultan respetuosos con el medio ambiente. Este proceso de combustión controlada, se lleva a cabo en las plantas de valorización energética, y en unas condiciones legalmente establecidas. A día de hoy, nuestro país cuenta con 10 plantas de valorización energética, a las que habría que añadir una ubicada en Andorra.
Los mejores residuos que se pueden utilizar son:
• Papel y cartón: La principal opción debe ser el reciclaje ya que con ello se ahorra un 65% de energía y se utiliza un 85% menos de agua. Sin embargo, cuando se encuentra inutilizable por estar sucio o mezclado con otros componentes, se puede aprovechar para valorización energética.
• Plásticos: También es reciclable pero tiene un gran potencial energético.
• Residuos orgánicos: Aunque se descomponen fácilmente en el vertedero tienen unas propiedades increíbles para su valorización.
La eliminación de residuos en vertedero genera muchas más emisiones de CO2 que la valorización energética. Así se recoge en un estudio elaborado por G-Advisory, del grupo Garrigues, en el que se analizan los impactos socioeconómicos y ambientales de la valorización energética de los residuos urbanos en España y Andorra, concluyendo que los vertederos emiten anualmente casi 11 millones de toneladas de CO2 equivalente, 19 veces más que las plantas de valorización energética. En dicho documento se precisa que, por tonelada tratada, el vertido genera un 53% más de emisiones brutas que la valorización energética y un 175% más de emisiones netas