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Muchas personas piensan que la acción de los rayos UV solo son peligrosos durante el verano, pero no es así, en todas las épocas del año el sol puede ser peligroso. En invierno hay que protegerse de esta radiación, algo que sabemos muy bien desde Toldos Guardamar dado que fabricamos toldos con protección UV con una gran efectividad.
Manchas, arrugas y diferentes signos de envejecimiento pueden verse acelerados por la exposición de la piel a las radiaciones del sol, sobre todo en invierno. Por esa razón, los especialistas en dermatología recomiendan aplicarse una crema reparadora durante la noche y una protectora durante la mañana.
La radiación ultravioleta B (UVB) es predominante durante el verano y una de las responsables de las quemaduras solares así como del cáncer de piel. En invierno, los rayos UVB se reducen en detrimento de la radiación ultravioleta A (UVA), que es la causante del envejecimiento de la piel.
En este caso, todas las fibras elásticas con las que cuenta la piel que están expuestas al sol se vuelven insolubles, se reduce su colágeno, lo que contribuye a la aparición de arrugas y a hacer que la piel sufra un envejecimiento acelerado.
Es importante tener en cuenta que los UVA supone alrededor del 95% de las radiaciones que llegan a la Tierra y tienen un alto grado de penetración en la piel. Esto hace que se produzca el fotoenvejecimiento, lo que provoca el daño del ADN celular y contribuye al desarrollo del cáncer en la piel.
Por estas razones es por las que hay que ir muy bien protegidos contra el sol, sobre todo en invierno más que en verano. Hay que cuidar la piel porque solo tenemos una, por lo que hay que extremar los cuidados en este aspecto de la salud.