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Nadie puede poner en duda que la electricidad se ha vuelto imprescindible en el mundo. Esta electricidad puede obtenerse mediante diferentes fuentes de energía. Podríamos decir que estas son las principales fuentes de energía del mundo:
Recolecta la energía natural del Sol, valiéndose de paneles colectores que crean las condiciones adecuadas para su transformación en energía eléctrica.
Las instalaciones pueden ser de mayor o menor tamaño, pero en todo caso permiten dotar a muchos hogares, por ejemplo, de agua caliente o refrigeración, así como de un importante complemento en el uso de la electricidad.
Como inconveniente principal podríamos citar que no todas las partes dl mundo reciben suficiente energía solar, debido a su situación geográfica, como para poder resultar una energía significativa.
Su uso ha ido en aumento en el trascurso del tiempo hasta nuestros días. Mediante grandes turbinas de viento, o molinos, se activa un generador que produce electricidad.
Sin embargo, el impacto ecológico que están suponiendo muchos de estos parques eólicos, está empezando a revelar que quizá no es la solución energética tan ideal que aparentemente se creía que podría ser al principio.
La mayoría de ciudades y pueblos del mundo basan su suministro de electricidad en el obtenido por medio de las centrales hidroeléctricas. La fuerza del agua se utiliza para mover los generadores que producirán la electricidad que va a ser utilizada posteriormente.
Desde siempre ha existido un debate sobre la seguridad de usar este tipo de energía. Aun así, sigue siendo una de las principales fuentes de energía de las que dispone el mundo actual.
El problema principal, más allá del tema de la seguridad, está relacionado con la eliminación de sus residuos, altamente radioactivos y contaminantes.
La obtención de gasolina, uno de los principales derivados del petróleo, y el uso masivo que desde años se hace de ella no necesita de demasiados comentarios. El gas natural está cobrando protagonismo en nuestros días, incluso como alternativa más económica al habitual uso de la gasolina en vehículos.
Las reservas de estos combustibles fósiles son limitadas, por lo que buscar alternativas a ellos se hace altamente necesario.