El Día Internacional de la Madre Tierra se celebra desde el año 1970, el 22 de abril, con el objetivo de concienciar a la Humanidad sobre los problemas generados por la superpoblación, la contaminación, la conservación de la biodiversidad y otras preocupaciones ambientales. Fue a raíz de una gran manifestación de más de 20 millones de personas en EE.UU. para exigir la creación de una agencia medioambiental en ese país.
La conciencia de un ser vivo del que todos formamos parte.
En estos momentos más que nunca, la Madre Tierra nos manda mensajes, nos recuerda lo vulnerables que somos, que sólo somos uno más de tantos seres que la habitan, y que debemos de respetarla como cada uno respetaría su propia casa. Ir en contra de esas señales nos aboca a situaciones límite como la pandemia actual. Porque lo crean o no… Todo está relacionado entre sí.
Estamos en casa. Una casa enorme.
Con el tiempo, los seres humanos dejamos de necesitar el cuidado materno constante; sin embargo, nunca dejamos de depender de la Madre Tierra. Durante toda la vida, necesitamos aire, agua, tierra fértil y la infinidad de otros dones con que nos obsequia el planeta.
Cuidarlo es nuestra responsabilidad.
Cada vez somos más conscientes de los estragos que ha causado nuestra especie: la contaminación, la progresiva escasez de recursos, la extinción de especies de flora y fauna y la precipitación hacia puntos de inflexión que podrían alterar la forma en que funciona nuestro planeta. Ni sabiéndolo hemos cambiado nuestra forma de actuar.
Rectificar es de sabios.
Quizá lo que vivimos ahora sea un mal necesario para despertar conciencias adormecidas. Para comprender que la Madre Tierra es nuestro hogar y que cuando vas en contra de eso, las consecuencias pueden ser terribles.
En Toldos Guardamar queremos lanzar un mensaje optimista y pensar que de esta lección podemos sacar buenas conclusiones. Estamos seguros de que habrá un antes y un después en la forma de relacionarnos con nuestra Madre Tierra. Y entonces será el momento de celebrarlo todos juntos.