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Todo el mundo sabe que antes de tomar el sol debemos prepararnos para cuidar la piel y no quemarnos, pero uno de los errores de muchas personas es pensar que después de haber tomado el sol ya no se tiene que hacer nada con la piel.
Después de tomar el sol, una buena idea que podríamos tener es ponernos a la sombra bajo cualquiera de los dispositivos de protección solar como los que te ofrecemos en Toldos Guardamar, aunque lo más aconsejable es darse una ducha con agua fresca, lo que proporcionará una notable mejora en la oxigenación de la piel y también le dará energía.
Tras ello, nunca está de más utilizar crema hidratante, donde debemos procurar que sea una específica para después de tomar el sol. Si tiene aloe vera o almendras, será mucho mejor porque además de hidratar, nutrirá correctamente la piel.
En el mercado hay una amplia gama de productos para después de la exposición al sol, lo que debería convertirse en parte de la rutina, porque además de nutrir también producen un efecto refrescante y calmante, sobre todo cuando se ha estado mucho tiempo expuestos al sol. Hay otros que incentivan la producción de la pigmentación de la piel para ayudar a hacer más intenso el bronceado y hacer que dure más tiempo.
Para finalizar, es importante tener en cuenta que aunque la exfoliación es una de las mejores maneras de preparar a la piel para que pueda asimilar los principios activos de las cremas hidratantes, nunca hay que exfoliarse tras haber tomado el sol.
De lo contrario, lo único que se conseguirá es a producir irritación en la piel y a hacer que ésta luzca más roja de lo que ya puede estar tras haber tomado el sol durante unas horas.