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El jardín es una zona de la casa que no todo el mundo suele aprovechar demasiado. Normalmente suelen ponerse un montón de plantas y árboles (si el espacio lo permite), una gran sombrilla y unas sillas, mesa y tumbonas. Todo esto es muy común y no está mal, pero… ¿qué te parece aprovechar mejor el espacio? Con la colocación de una pérgola se abre ante nosotros todo un mundo de posibilidades para sacar el máximo provecho al jardín.
Con la instalación de una pérgola se crea otro espacio más en el hogar que puede ser aprovechado de mil y una formas diferentes y lo mejor de todo, es que puede ser utilizada durante todo el año, no solo durante la temporada de calor.
Por ejemplo, con una pérgola bioclimática cerrada, se pueden crear muchos espacios diferentes. Uno de ellos es un lugar donde poder relajarse en cualquier momento, leyendo un libro, escuchando música o… por qué no, echándonos una siesta después de comer en verano.
Pero también puede servir para llevar a cabo cualquier clase de celebración familiar. Si en el interior del hogar no hay espacio para que coma toda la familia, ¿por qué no hacerlo en el jardín? Bajo el amparo de una pérgola caben muchas personas y por tanto mesas y sillas. Si es bioclimática, las lamas pueden abrirse y permitir la entrada del sol y del aire si hace buen tiempo y si amenaza lluvia se pueden cerrar.
Además de ello, durante el invierno, la pérgola puede cerrarse y se puede colocar una estufa de jardín e iluminación, para que este espacio pueda disfrutarse en cualquier momento del día o de la noche. Por mucho menos dinero del que imaginamos, podemos tener un espacio ideal, capaz de adaptarse al espacio disponible y donde la familia podrá disfrutar del jardín durante todo el año.