Esta entrada también está disponible en: Inglés
Un toldo puede suponer la diferencia entre poder disfrutar de tu terraza todo el año o sólo cuando haya nubes, pero no lluvia, y puede aportar un gran valor añadido a tu negocio, protegiendo los escaparates del sol inclemente en verano o permitiéndote montar una terraza exterior para tu bar o restaurante. No obstante, para que un toldo salga realmente a cuenta ha de mantenerse adecuadamente. El mantenimiento de toldos es sencillo, pero nunca está de más recordar algunos principios básicos.
Mantenimiento de toldos: cómo alargar la vida de tu toldo
Como pasa con la mayoría de los productos, los toldos suelen venir con un pequeño manual de usos, y es bueno que lo leáis y lo sigáis en todo lo posible, ya que nadie os orientará mejor que el propio fabricante. No obstante, sí hay unas cuantas consideraciones generales que no dependen del tipo de toldo ni de la marca, y son las siguientes:
- LIMPIAR EL TOLDO CON REGULARIDAD evitará que la suciedad se incruste. Para ello, es necesario aspirar el polvo que lo cubre y limpiar la suciedad acumulada con un paño mojado. Si añadís un poco de vinagre al agua, además, ayudaréis a proteger el color y evitaréis que parezca excesivamente gastado. En caso de que haya manchas que se resisten a desaparecer, no uses productos abrasivos, opta por remedios naturales como el bicarbonato o el vinagre, que son menos agresivos con las telas.
- INTENTA EVITAR LA HUMEDAD. Los toldos se colocan en exteriores y, por tanto, tienden a mojarse cuando llueve, por lo que la mayoría incorporan una capa de plástico o algún tipo de tratamiento antihumedad. No obstante, es importante que la humedad no se incruste en el tejido y que controlemos la aparición de manchas de moho. Para ello, hay que evitar recoger el toldo cuando está muy mojado (es preferible dejarlo desplegado hasta que se seque, si es posible) y evitar que se creen charcos de agua sobre él. También podemos renovar su impermeabilización periódicamente con productos específicos.
- REVISA LOS MECANISMOS. La salud del toldo también depende de sus partes metálicas. Revísalas periódicamente y reemplaza aquéllas que estén dañadas. Controla también la aparición de óxido.