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Una pérgola es un excelente sistema de protección solar para instalar en el jardín. Con su instalación se crea un espacio que puede aprovecharse en cualquier momento del año, no solamente en verano. Si la pérgola cuenta con protectores laterales, el espacio puede ser utilizado como lugar donde poder hacer reuniones de amigos, tener un tranquilo lugar donde leer o jugar con los niños, por ejemplo.
Aunque en el mercado hay un variado número de propuestas en cuanto a tipos y tamaños, no hay que dejar de tener en cuenta un aspecto tan importante como es el color. ¿De qué color se puede poner la pérgola en el jardín?
Normalmente, las pérgolas pueden ser de color blanco, como se puede ver en la fotografía que ilustra este artículo y, sin duda, es un color bastante acertado, sobre todo porque combina a la perfección con el color blanco de la vivienda, pero hay muchas otras alternativas.
Hay muchas opciones diferentes, capaces de adaptarse a todos los gustos y necesidades. La pérgola puede ir acorde a la decoración del interior de la vivienda o marcar una nota discordante, con colores tan originales como puede ser el naranja. Los colores con toques de color diferente harán que tengan un papel protagonista en el jardín, algo en lo que se tiene muy en cuenta en todo lo relacionado con el aspecto decorativo.
La lona no es la única parte de una pérgola que puede ser personalizada, en cuanto a color se refiere, sino también su estructura. Se le pueden aplicar revestimientos adhesivos de máxima calidad, los cuales además de ser tratados para soportar las inclemencias, pueden adoptar diferentes texturas y aspectos naturales como pueden ser la piedra, madera, bambú, etc., con lo que personalizar al máximo este elemento indispensable en un jardín.