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Estamos en un buen momento para preparar nuestro hogar de cara a la temporada de verano y colocar sistemas de protección solar, como son los toldos. En la mayoría de ocasiones no se requieren toldos de características específicas, pero cuando hay que colocarlos en zonas con altas rachas de viento, la cosa cambia y hay que elegir aquellos que mejor se adapten a esta clase de condición.
En este caso, lo más aconsejable es contar con el asesoramiento y la experiencia de una empresa consolidada, con un amplio know how en estos proyectos para que pueda proporcionar una solución eficaz y segura, con toldos de la máxima calidad.
Además, es aconsejable que la empresa elegida utilice tornillería inoxidable de un largo especial para que el toldo quede anclado con más seguridad a la fachada o a cualquier otro lugar donde vaya a fijarse.
También es necesaria una estructura especial, que nos permite automatizar el toldo para mejorar la seguridad, lo que hará que sea mucho más eficaz. A ello hay que sumarle la colocación de una lona microperforada para que ofrezca menos resistencia al viento y proporcione un plus de seguridad para esos días en los que hay demasiado viento. Este detalle del microperforado hará que el tejido no acabe desgarrándose con el paso del tiempo.
A la hora de buscar un toldo de estas características, como clientes debemos asegurarnos de que cumplan con la normativa europea UNE-EN 13561:2015. En esta normativa, la más actual, se establecen dos clases de toldos (y no tres como había anteriormente) según su capacidad de resistencia frente a las rachas de viento.
De esta forma, nos encontraremos ante la Clase 1, que son toldos que soportan aproximadamente unos 28Km/h y los de la Clase 2 que soportan unos 38Km/h. Anteriormente, en las especificaciones de las normativas de 2004 o 2009 había una Clase 3, que tenía una resistencia de unos 49Km/h.
¿Está pensando en instalar un toldo altamente resistente al viento en tu hogar? ¡No dude en contactar con nosotros!