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Se ha acabado el verano y las vacaciones ya son cosa del pasado. Todos vuelven a sus trabajos, a estudios, a sus obligaciones, y las zonas turísticas se vacían. Ya ha pasado la época de los grandes viajes…, pero quizás
llega otra época: la de las pequeñas escapadas finde por la montaña de Alicante, salidas cortas para disfrutar un par de días de la naturaleza y no dejarnos derrotar por la rutina.
Alicante es una provincia que se mueve entre el mar y la montaña. En los meses estivales sus playas son su principal atractivo, pero no hay que olvidar que también se encuentran en la zona parajes montañosos de extraordinaria belleza, que se pueden visitar en sólo uno o dos días y que son prefectos para una escapada de fin de semana:
Fuentes del Algar
Las fuentes del Algar, en la localidad alicantina de Callosa d’en Sarrià, a 16km de Benidorm, constituyen una red de saltos de agua, canales y piscinas naturales en las que, aparte de deleitarse con las vistas, maravillosas, puedes bañarte. Hay que pagar entrada, pero no es muy alta (5€ en verano y 4€ en invierno). Existe una zona de acampada, zonas para pic-nic y distintos restaurantes en la zona.
Sax
Sax es uno de los municipios más bonitos de la provincia, con un casco antiguo de belleza notable y varios atractivos turísticos de importancia, entre ellos el castillo de Sax y la Colonia de Santa Eulalia, un experimento del socialismo utópico del XIX que se puede visitar.
Castell de Guadalest
Castell de Guadalest está reconocido como uno de los pueblos más bellos de España, y ofrece a sus visitantes unas vistas espectaculares de las montañas que rodean la población. Además, posee un castillo de la época musulmana y una casa del siglo XVII, la Casa Orduña, que se mantiene como museo histórico.
Cuevas del Canelobre
Las cuevas del Canelobre, en Busot, ofrecen una experiencia única en Alicante: la visita a una cueva kárstica a más de 700 metros de altitud, con una parte de sus galerías habilitadas para ser visitadas, permiso para la espeleología en otras áreas y la cúpula natural más alta de la península ibérica, de más de 70 metros. La acústica de las cuevas se aprovecha algunas veces para actuaciones musicales, una experiencia única que no deberíais perderos.