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La cerveza es una de las bebidas más consumidas del mundo y como prácticamente todas las cosas, tiene su propio día. El 2 de agosto es el día de la cerveza, un día que podemos celebrar en nuestro jardín, disfrutando de una tarde con amigos bajo un buen toldo y refrescándonos con una selección de propuestas diferentes.
La cerveza con baja graduación es la más consumida en verano, sobre todo porque resulta bastante refrescante. A pesar de ello, ya sabemos que existe un enorme mundo dedicado a las cervezas y podemos encontrar infinidad de propuestas diferentes.
Entre ellas destacan las de trigo, menos comunes que las de cebada, pero con un sabor muy especial, las lager, que son cervezas de baja fermentación, las de doble o triple malta, repletas de intensidad y sabor, la tostada, las cervezas negras o incluso las cervezas de sabores. Podríamos enumerar miles de cervezas diferentes, cada una con sus características especiales.
Sea cual sea la que más nos guste, desde el año 2007 se celebra cada primer viernes del mes de agosto el Día Internacional de la Cerveza. Se trata de una tradición que tiene su origen en un pequeño bar de la localidad californiana de Santa Cruz, en Estados Unidos.
La celebración llamó tanto la atención que no tardó en tener éxito y convertirse en una celebración a nivel mundial. Hoy en día este original día se celebra en 207 ciudades, 50 países y en 6 continentes, dejando patente la gran importancia con la que cuenta esta celebración tan curiosa.
Si te estás preguntando qué es lo que se celebra en este día, la respuesta es sencilla. Es una excusa para reunirse con amigos y pasar un buen rato, charlando con ellos y disfrutando de una bebida tan sana como refrescante.