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La contaminación de océanos es algo que va en aumento y que, desgraciadamente, está cada vez más de moda. El agua cubre dos tercios de nuestro planeta, nos proporciona alimento, energía y muchos otros tesoros de gran valor. A pesar de ello, no hemos sabido cuidar todos estos tesoros y hoy en día, los océanos necesitan ayuda.
Son muchos los problemas a los que se enfrentan los océanos de nuestro planeta. Uno de ellos es la sobrepesca. A pesar de que los pescados y mariscos son una fuente muy sana de alimento, la pesca sin control es un serio problema. Se pesca mucho más rápido de lo que los peces se reproducen, por lo que poco a poco se están esquilmando los recursos naturales del mar.
Otro de los grandes problemas es la contaminación. La acidificación de los mares es una seria amenaza. Las emisiones de CO² se han cuadruplicado desde la era industrial y la concentración de CO² en la atmósfera aumentó en un 40%.
En este caso, hay que decir que los océanos pueden absorber ese gas tóxico, pero pagando un alto precio, la acidificación del agua, haciendo que muchos peces pierdan su zona de vida y busquen otros lugares, muchos de ellos muriendo en la transición.
Pero el problema es más serio aun cuando hablamos de basura y sobre todo plástico, el problema más peligroso que tienen los mares de todo el planeta. Se estima que para 2050 habrá más plástico en el mar que peces, algo que no solo afecta a la fauna marina sino también a los humanos.
De hecho, es algo que ya nos afecta, porque cada vez se encuentran más peces con el estómago lleno de plásticos, afectando a la cadena trófica y también a nosotros, porque podemos llegar a comer pescado que ha ingerido plástico o alguna sustancia peligrosa de algún vertido.