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Dentro de la gran cantidad de tipos de toldo que hay, son varios los que pueden ser ideales para los negocios, como por ejemplo un toldo capota. Es uno de los toldos más utilizados gracias a sus características, sobre todo las estéticas y lo personalizables que son.
Su estructura es de aluminio, lo que hace que no solo sean ligeros sino muy resistentes. Además, pueden ser de diferentes tipos dependiendo de las necesidades o las preferencias del establecimiento. Pueden ser fijos, de los que van a estar en todo momento desplegados o plegables, pudiendo ser abiertos y recogidos a voluntad.
Pueden tener dos o tres arcos, pero no es extraño encontrarnos con cuatro o hasta cinco arcos. La perfilería puede ser lacada en el color deseado, sobre todo para que encaje bien con los colores corporativos o con la fachada del negocio.
Si se opta por contar con un toldo capota desplegable, vendrá con una cuerda que cuando está atada sostendrá la lona y la dejará extendida cuando está suelta, aunque este es el modelo más básico, pudiendo encontrar otras opciones similares.
Se pueden abrir y recoger manualmente aunque también hay que decir que se le puede incorporar un motor para abrir y recoger cuando se desee. En lugar de usar una cuerda, lo único que habría que hacer es pulsar el botón de un mando para abrir o cerrar el toldo, así de sencillo.
Otro aspecto con el que cuentan esta clase de toldos es que pueden ser personalizables en lo referente a las lonas. Se pueden elegir de un color determinado o incluso incorporar diferentes motivos como el logotipo o nombre de la empresa, algún mensaje en especial o cualquier otra cosa que permita hacer branding con este elemento tan sencillo pero a la vez importante.