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Protegernos de los rayos UV es uno de los objetivos que debemos ponernos cuando llega el buen tiempo y nos gusta tomar el sol, sobre todo para mantener una buena salud. Exponernos a esta radiación e ignorar sus niveles puede producir problemas muy serios en la piel, incluso en los casos más graves puede provocar enfermedades como el cáncer.
Debes tener en cuenta los índices de radiación UV, siempre con un parámetro en escala del 1 al 11. Si los indicadores climatológicos están entre 1 y 2, se puede permanecer en el exterior sin riesgos. Con niveles entre 3 y 7 hay que utilizar una protección moderada y si supera el indicador 8, hay que evitar exponerse.
Entre las 10:00 y las 16:00h hay que evitar hacer actividades al aire libre en marzo y abril. Según se recoge en muchos archivos históricos, los niveles de radiación pueden llegar hasta los 10 puntos.
Hay que elegir ropa fresca y de manga larga los días en los que haya bastante sol. De esta forma protegeremos la piel de nuestro cuerpo, pero también debemos recurrir a sombreros y a unas gafas de sol de calidad.
En caso de tener piel clara, no hay que exponerse más de 10 minutos al sol si no se utiliza protección. Si la piel es morena, se puede estar 20 minutos, pero lo más aconsejable es utilizar un protector de calidad, cuanto más alto, mucho mejor. Lo mejor es usar un protector de espectro amplio contra rayos UVA y UVB, con factor de protección solar superior o igual a 30.
En los días que hace mucho sol, la exposición excesiva así como a fuentes de radiación como puede ser una lámpara bronceadora, puede llegar a aumentar el riesgo de contraer cáncer de piel.